viernes, 17 de julio de 2009

Para qué?

La gente se pasa las horas muertas criticando actitudes q luego ellos mismos reproducen sin (qerer) darse cuenta de lo q lo están haciendo. Casi todo los días dedico un ratito a pensar en una en concreto, aunque nunca gasto tanto tiempo como para llegar a una conclusión; algunos lo llaman madurez, y otros, dejadez. Por mi parte, me parece bien sensato, para q darle trabajo a mis sesos con algo qe no me aporta nada? No es q no me afecte, es otra manera de afrontarlo.Y ésta es sólo una de las tantas cosas q están pasando y antes me preocuparían..Más q decir preocupar, tendría q decir, agobiar.

Pero desde un nido, arriba del árbol más alto, todo se ve diferente. Cambia la perspectiva, y más, en un mómento tan decisivo como este. Gente va y viene, ideas, posibles alternativas universitarias, un futuro laboral poco prometedor, nuevos y tentadores encuentros, reencuentros, arrepentimientos ajenos de los q no voy a entrar a formar parte, más y más de tomar decisiones pero con la serenidad q uno tiene después de sentirse capaz. Capaz de darse un tiempo, de seguir viendo cómo las cosas van cambiando, de no ser tan impaciente y dejar q todo vaya ordenándose sólo, eso sí, ayudando con un pequeño empujón para qe lo hagan de la mejor manera. Me falta mucho camino por recorrer, pero al menos ahora, sé q estoy en el correcto. Andando bastante lento, pero en el correcto.

Me esperan ahora unos cuantos días al ladito del mar. Leeré en la terraza y pasearé hasta el faro, como cada verano, aunque vuelvo a repetir, q este año será distinto. Lo haré con las mismas ganas de q esa tranqilidad sea eterna como de q sea algo tan efímero, ¡cómo me gusta la palabra efímero!, qe me despierte por la mañana y ya sea el día en q el sonido del teléfono me levante de mi cama y desde el otro lado, te alegres de q haya vuelto..

Sigo algo vaga, con una plaza fija en la ronda de cervezas de cada tarde, dejando a parte las hojas de inglés q debería estudiar y con el apoyo incondicional q esa persona siempre me da. Sigo también enrollándome una barbaridad cuando entro al blog aunq sólo sea para contar mi día a día y, algo q me pasa cada vez más, supongo q cuanto más lejos estoy de aqello, es llenarme de nostalgia.
Y una mierda! Con perdón..Pero creo q nostalgia es sólo la palabra adornada para decir q me pongo a llorar como una histérica cada vez q veo ese albúm de Argentina, cada vez q nombro Buenos Aires, cada vez q pienso en el barrio de San Telmo, en el colegio Santa Hilda, en el bar Coyote, incluso en las tarántulas q corrían por nuestras improvisadas camas en un garage..

Ains..He dicho.