sábado, 27 de marzo de 2010

Maestra de la contradicción.

Cuando una persona te dice que te quiere mientras te abraza, que no quiere sacarte de su vida, pero, que te va a echar de menos porque ha tomado la decisión que parece ser la mejor, varios cables se te cruzan en el cerebro.

Resulta incoherente, aunque solo en el momento. Te vas a dormir sin entender que, volverás a tener a esa persona delante y querrás darle un beso, como de costumbre, y que te lo devolvería sin excusas, pero que no lo va a hacer porque eres alguien que no compensa. En el fondo, te lo has ganado a pulso, y lo peor de todo es que conoces los motivos por los que no se inclinan las cosas hacia el lado bueno. Aun así, no vas a cambiar y aunque te hayan aocnsejado, la próxima vez lo harás igual, o incluso peor.

Orgullo, escudos, mecanismos de defensa..cualquier nombre vale. Ninguno acierta.

Al día siguiente, te despiertas, piensas en llorar como la noche anterior y de repente, no te apetece. Te vistes, tomas café, y vas a trabajar. Sí, porque has encontrado un nuevo trabajo que te llena tanto que los problemas se hacen un poquito más pequeños. Te dejas la garganta, te duelen los riñones, te llenan de mocos y vas a contrareloj..pero también te saludan colgandose de tu cuello, te buscan para que los consueles cuando se caen al suelo y frenan con las rodillas o sonrien de esa manera cuando les dices lo bonito que ha qedado ese perro pintando en morado y azul.

Algunos no lo entienden y para otros, es la pequeña alegría diaria. Te convence de que has elegido el camino correcto y te hacen ver que aunque largo, sí compensará.

Son días, que sin saber por qué, lo llevas mejor. Te pones en la piel de tu madre y piensas que a esta edad, y más, por tu forma de ser, estos baches son normales. Que parecen tan altos como un edificio y que a los pocos días (o no tan pocos), han menguado tanto que solo con un salto puedes pasar por encima. Y sí, no te molesta reconocer que algo te corre por dentro al verte obligada a traducir a la palabra nada tantos días, meses, fines de semana de trasnochar, tardes de merienda, mensajes sin gracia que a ti te la hacen, juegos improvisados, momentos locos, momentos nuevos, momentos sensibles, momentos... Y como no te queda otra alternativa, porque la opción de esforzarse sabiendo que no vas a conseguir nada no la contemplas, piensas en más fiestas, en tantos amigos, planes y viajes, detalles diarios, mamá... Y te pueden a la vez la rabia, y la certeza de que nunca llueve eternamente..

Aunque te encanta la lluvia..
¿Sabéis qué es lo peor del amor cuando se acaba? Que se acaba.



jueves, 25 de marzo de 2010

Se nos iba la vida

Se vestía deprisa, encendía un cigarro,
me miraba a través del espejo del baño
y se echaba a reír.

Y que no rocen la herida, no me ofrezcan otro trato, no me vayan a engañar..

viernes, 19 de marzo de 2010


Hicimos un trato, recuerdas?

martes, 16 de marzo de 2010

P.D. Aunque tu no lo sepas.

A parte de todo, hoy he vuelto a bajar la guardia y sentirme mal al saber que no te fias de mi, que te parezco igual de mala q al resto de gente que no se molesta en conocerme. Y me siento estúpida al no ser capaz de creer que a ti, te puede molestar o importar algo de lo que yo hago. Puede q la unica razon (no) logica, sea el miedo a descubrir algun dia, que en realidad no lo hacia.

He vuelto a bajar la guardia como ese día hace tanto tiempo que pensé en que me gustaria volver a verte, o como una de las pocas veces que has venido a abrazarme por la espalda y yo he sonreido. Y al hacerlo, me he dejado escribir todo esto, aunque ahora ya vayas a saberlo.


Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Tengo unos vaqeros nuevos. Son claros, llevan un roto en la rodilla (ahora no me acuerdo si es en la derecha o no) y son estrechos, así que puedo usarlos con las botas marrones. El problema es que, son totalmente incompatibles con mi abrigo gris. Gris, igual que todos los nubarrones que tampoco combinan con los pensamientos de colores vivos. Así que me encuentro con dos rompecabezas; no puedo usar mis vaqeros mientras sea invierno y quiera llevar botas marrones, y tampoco puedo dejarme disfrutar mientras los nimbos, los cúmulos y los cúmulo-nimbos rondan por aquí dentro.

Los agobios en este año de transición tampoco dejen de estar presentes; opositar, estudiar, trabajar, dinero, operaciones, tiempo, futuro, caminos, becas al extranjero, responsabilidades y demás cosas de mayores. Las llevo bien, incluso me hacen feliz y quiero pensar que están sirviendo para encaminarme del todo. However, a veces se me quedan grandes. Hoy he hecho mil y una cosas, y todavía me qedan otras tantas por hacer, además de la malita sensación de que por mucho que hago, nada está claro, ni bien del todo, ni terminado por completo. Después hago balance y salgo ganando, pero esta ahí el sentimiento de que nada es suficiente..En fin.

Y mientras, sin tener un minuto al día para parar, me subo a un autobus, entre un monton de cienpersonas diferentes con cien vidas diferentes y probablemente mas complicadas que la mia, aunque eso no me consuele. Cien prsonas a las que juego a adivinar el pensamiento sin saber si ellos intentaran dscubrir a quen le envio ese mensaje o por que me arranco las pielecilas de las uñas. Y despues de detalles como este, veo que todo es mucho mas simple que eso, y al mismo tiempo me alivia y, me desilusiona.

Supongo que contracciones como esta, son tambien consecuencia de empezar a comportarse como los mayores..

The Show Must Go On.